La inteligencia artificial es un conjunto de sistemas que tiene por objetivo lograr que las máquinas y softwares puedan llevar a cabo tareas propias de los humanos. Aunque hay muchas formas de aplicarla, por lo general, las inteligencias artificiales son capaces de realizar acciones muy específicas a partir de una descripción, que es lo que se conoce como prompt.
Te explicamos qué es exactamente el prompt y de qué manera puede ser útil dentro de una campaña de marketing digital.
El prompt en IA es un conjunto de indicaciones que se le da a la inteligencia artificial para lograr que esta realice una determinada acción. Es decir, se entiende por prompt a la instrucción por parte de un usuario a una IA a través de un cuadro de diálogo para lograr que haga una determinada acción.
Lo que se debe tener en cuenta es que para conseguir el resultado esperado se debe ser claro y conciso en las indicaciones y evitar ambigüedades o dobles sentidos. Cuanta más información se le dé, mejor será la respuesta.
Para lograr que una IA genere una respuesta se debe presentar una pregunta o un enunciado en el que se indique de la forma más simple, clara y precisa qué se espera de ella. Aunque cuantos más detalles e información se den, mejor; en algunos casos puede que no sea necesario.
Cuando se ha lanzado la pregunta o texto en el que se especifica qué se espera de la IA, esta intenta interpretar la información del usuario extrayendo el máximo número de datos posible, siempre basándose en algoritmos y en técnicas de aprendizaje automático. A partir de esta interpretación genera una respuesta lo más ajustada posible.
El usuario, en función de la información obtenida en forma de respuesta, puede añadir más preguntas o enunciados si considera que faltan datos o quiere algo mucho más preciso.
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Un buen prompt para inteligencia artificial debe tener la mayor cantidad posible de información relevante precisa. Hay que evitar datos que puedan ser erróneos o confusos, así como ambigüedades o dobles sentidos. Esto significa que cualquier información que pueda confundir a la IA es mejor no incluirla.
Siempre que sea posible se deberá dar un contexto para que el sistema de inteligencia artificial pueda dar una respuesta mucho más completa y precisa. Además, cualquier pregunta que se lance debe ser lo más específica posible y plantearse de una forma que sea entendible por el sistema.
Por ejemplo: ¿Qué significa marketing de contenidos? Esta es una pregunta clara y directa que un sistema de IA puede entender muy fácilmente. Pero se puede ir un poco más lejos, sobre todo teniendo en cuenta que hay páginas web dotadas de IA capaces de crear imágenes a partir de una descripción textual. En este caso se deberán dar detalles mucho más precisos sobre ese elemento visual que se está buscando.