El Rebote Duro tiene lugar cuando es imposible entregar un correo electrónico al destinatario. Cuando pasa esto, el mensaje se devuelve al remitente de forma automática, que es lo que se conoce como rebote. Además, la razón por la que no se puede entregar es permanente, por lo que el resultado será el mismo aunque se intente más tarde.
En muchos casos, aunque dependerá de la herramienta que se utilice para la estrategia de email marketing, aquellas direcciones de correo electrónico en las que se produzca un Hard Bounce desaparecen de la lista de difusión de forma automática.
Dentro del marketing digital se distinguen dos tipos de rebote, el Rebote Duro y el Rebote Suave.
Cuando se habla de Rebote Duro o Hard Bounce significa que hay una razón permanente por la que no se puede entregar un correo electrónico. Sin embargo, en el Rebote Suave o Soft Bounce el motivo es temporal. En este caso, y a menos que el rebote se dé en varias campañas, la dirección de correo electrónico seguirá dentro de la lista de difusión.
Aunque un Rebote Suave puede darse por muchos motivos, uno de los más frecuentes es que el servidor de correo electrónico esté caído o exista algún tipo de problema técnico. También puede darse porque la bandeja de entrada del receptor esté llena o porque el mensaje sea demasiado grande.
Existen diferentes motivos o situaciones que puede provocar un Rebote Duro. Una de las más frecuentes es que la dirección de correo electrónico sea incorrecta o ya no exista.
También puede darse el caso que el dominio ya no exista, que es aquello que va después de la @. Es decir, aunque la dirección de correo electrónico se haya registrado en la base de datos de forma correcta, sin ningún tipo de error ortográfico, los emails no llegarán nunca porque el lugar en el que estaba alojado ha dejado de existir.
O también puede ser que el destinatario haya bloqueado los correos electrónicos con un filtro anti-spam.
Si hay mucho Rebote Duro significa que la base de datos está desactualizada y que muchas direcciones de correo electrónico ya no existen o son incorrectas, por lo que es importante actualizar la información de los contactos.
Además, para evitar almacenar correos electrónicos erróneos se puede incluir la doble validación o double opt-in, que consiste en hacer que los usuarios, después de añadir su correo electrónico, tengan que validarlo. Esto también es muy útil para evitar que los usuarios, para poder acceder a cierto contenido, den una dirección falsa.
También se pueden utilizar herramientas online que permiten validar correos electrónicos. De esta manera, antes de enviar emails de forma masiva, se pueden detectar aquellas direcciones en las que habrá rebote.