Por Laia Cardona, publicado en 8 mayo 2023
Los códigos 300 son un tipo de redireccionamiento que se utiliza para informar al navegador que el contenido de una URL se ha movido a otra URL. Gracias a este tipo de códigos se consigue que el SEO no se vea afectado y que no se pierdan posiciones dentro de los buscadores, de ahí que sea tan importante conocer este tipo de códigos. En este artículo te explicamos qué son los redireccionamientos 303, 307 y 308 y cuándo pueden utilizarse.
¿Qué son los redireccionamientos 303, 307 y 308?
El redireccionamiento 303 se utiliza cuando el objetivo es evitar que el usuario pueda volver a la página anterior utilizando el botón atrás del navegador. En este caso no se está sustituyendo una URL por otra, tal y como se haría en otro tipo de redireccionamientos, como el 301 y 302, que suelen ser los más comunes.
El redireccionamiento 307, por su parte, se utiliza para indicarle al navegador que ese recurso se ha movido de forma temporal y dónde puede encontrarlo. Se trata de una redirección en la que la URL de origen no existe, al menos de forma temporal, pero que si se extiende en el tiempo pueda llegar a considerarse permanente sin afectar al SEO.
Y, por último, el redireccionamiento 308, que sirve para decirle al navegador que la URL original está siendo reubicada de forma permanente en otra URL. Sería similar al redireccionamiento 301, que es muy común, con la diferencia de que en las 308 no se puede cambiar el método de solicitud de POST a GET.
¿Cuándo se utilizan los redireccionamientos 303, 307 y 308?
Cada redireccionamiento es diferente y cada uno tiene su función. El 303 suele utilizarse en el envío de datos mediante formularios. El 307, en cambio, es útil para aquellos casos en los que se mueve una página web a una nueva URL de forma temporal, ya sea porque en la original se están haciendo modificaciones que podrían afectar a la navegabilidad o porque existe algún tipo de error que podría aumentar la tasa de rebote. Y, por último, el 308 es para casos en los que la URL va a reubicarse de forma permanente en otra página web.
Estos redireccionamientos basta con ponerlos en el archivo .htaccess, que es el archivo que se tiene como raíz.
¿Para qué sirven los redireccionamientos?
Si se utilizan correctamente, las redirecciones sirven para mantener el posicionamiento web y SEO, así como no alterar la navegación del usuario y disminuir las tasas rebote. Es decir, y dicho de otra forma, a través de los redireccionamientos se le está diciendo al navegador que no muestre una página que ya no existe y lo lleve hacia una URL que funciona correctamente. De esta manera la experiencia de usuario no se ve afectada y los buscadores no penalizan a la web al detectar una elevada tasa de rebote o abandono.