Por David Tomas, publicado el 13 diciembre 2022
La metodología SOSTAC, cuyas siglas provienen del inglés y significan Situación, Objetivos, Estrategias, Tácticas, Acción y Control, hace referencia a las etapas con las que se puede conocer, al detalle, el proceso de un proyecto. Si se ha convertido en una herramienta muy útil dentro del marketing digital es por la información que aporta para poder organizar un plan estratégico. Te explicamos todo lo que debes saber acerca de esta metodología.
¿Qué es la metodología SOSTAC?
La metodología SOSTAC es un modelo de planificación estratégica para campañas de marketing digital que permite organizarlas de una forma muy detallada y meticulosa. Esto se debe a que se divide en una serie de pasos o etapas (Situación, Objetivos, Estrategias, Tácticas, Acción y Control) con el fin de obtener información muy valiosa y útil para que no se escape ningún detalle.
Además de su efectividad, la metodología SOSTAC se utiliza mucho por ser uno de los modelos más fáciles de aplicar y estructurar las campañas.
Cada una de las etapas da una información y sirve de guía para completar la siguiente. Y es que aunque haya un plan estratégico y unos objetivos definidos, en función de lo que pase en una etapa, se pueden hacer modificaciones de cara a la siguiente para que se pueda llegar a lo que se pretende alcanzar.
Dicho de otra forma, la metodología SOSTAC permite identificar y definir las variables dentro de una campaña de marketing digital gracias a las etapas que la forman, lo que hace posible tomar decisiones en torno al plan estratégico para poder alcanzar los objetivos definidos.
Las 6 etapas de la metodología SOSTAC
Para poder entender mejor la metodología SOSTAC, estas son las seis etapas que forman parte de ella:
Situación
La primera etapa de la metodología SOSTAC consiste en hacer un análisis de la situación. Es decir, en esta parte se debe determinar quién eres, qué haces, cómo interactúas con el público, los clientes, los proveedores… Se trata, entonces, de analizarse para conocerse como marca.
Para poder hacer bien esta parte se puede considerar alguno o varios de los siguientes pasos:
Realizar un análisis DOFA, que consiste en detectar las debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas de la marca.
Definir e identificar a los clientes digitales, así como analizar la forma que tienen de interactuar con la marca y su comportamiento.
Hacer un análisis de la competencia para saber qué tipo de estrategias llevan a cabo, cómo se dirigen a su público objetivo y clientes… Y, sobre todo, cuáles son las principales diferencias.
Analizar los canales que se utilizan para llegar al público objetivo y detectar, así, aquel que es más eficaz.
Haciendo todo esto será mucho más sencillo conocerse a sí mismo, lo que puede ayudar a decidir unos objetivos más realistas para la marca.
Objetivos
En la segunda etapa de la metodología SOSTAC se determina el objetivo principal de la estrategia. Para poder definirlo se pueden utilizar los objetivos SMART (Specific, Measurable, Attainable, Realistic y Time Bound).
Para que un objetivo sea específico (Specific) debe responder claramente a las preguntas qué, dónde, cuándo, cómo y por qué. Además, ese objetivo debe ser medible (Measurable), lo que significa que se deberían poder cuantificar los beneficios de una forma exacta y concreta.
Otro aspecto importante es que el objetivo debe ser alcanzable (Attainable). Si se ha hecho bien el trabajo en la etapa anterior, llegados a este punto se debería poder determinar hasta dónde puede llegar la empresa y qué puede conseguir en un tiempo determinado. Esto está directamente relacionado con ser realista (Realistic), ya que evitará, por ejemplo, hacer una inversión que la marca no pueda permitirse para alcanzar unos objetivos que, en ese momento, son una utopía.
Y, finalmente, se deberá coger el calendario y determinar cuánto tiempo (Time Bound) necesita la marca y todo su equipo para alcanzar ese objetivo.
Estrategia
Se tiene clara la situación de la marca y se han decidido los objetivos, por lo que ahora tocaría diseñar la estrategia que se va a seguir para cumplirlos. O, dicho de otra forma, con los objetivos claro se debe hacer una ruta que indique el camino que se debe seguir para poder alcanzarlos.
Hay muchos tipos de estrategia, como la de marketing digital, la de marketing de contenidos, la de segmentación, la de posicionamiento de marca… Por lo que hay que escoger aquella o aquellas que mejor puedan ayudar a alcanzar los objetivos.
Tácticas
Una vez determinada la estrategia que va a seguirse, se deben escoger las herramientas que van a utilizarse en ella y que ayudarán a alcanzar los objetivos que se hayan marcado. Dentro de estas herramientas o tácticas se incluirían desde una página web hasta la publicidad en redes sociales o el email marketing. Las opciones son muchas, pero siempre deben escogerse teniendo claros los objetivos del plan estratégico, que llegados a esta etapa ya deberían estar claros.
Estas son algunas tácticas que pueden seguirse:
SEO: realizar tareas para mejorar el posicionamiento SEO puede ser muy útil para competir y destacar frente a la competencia. Este tipo de táctica está muy relacionada con la creación de contenido, aunque cualquier elemento que aparezca, por ejemplo, en la página web, debe estar optimizado para posicionar.
Campañas PPC: la publicidad puede ser una gran aliada para llegar al público objetivo, por lo que siempre es una buena idea dedicar una pequeña parte del presupuesto de la campaña a anuncios de pago en motores de búsqueda o en redes sociales.
Email marketing: a través del correo electrónico se puede llegar a los clientes con el fin de mantener una relación con ellos. Se trata de una herramienta con una alta tasa de clics, de apertura y conversiones, por lo que no hay que olvidarse de ella cuando el objetivo es, entre otros, la fidelización.
Estos solo son tres ejemplos de herramientas o tácticas que pueden aplicarse dentro de una estrategia, pero la idea sería dar con aquella que permita o ayude a alcanzar el objetivo que se haya determinado.
Acciones
En esta etapa ya se debe ejecutar el plan estratégico que se haya diseñado a lo largo de las etapas anteriores. En este punto es fundamental contar tanto con las herramientas necesarias como con un equipo capacitado para poder llevar a cabo todas esas acciones de una forma eficaz y profesional.
Es justo aquí que empieza el trabajo más duro. De hecho, esta es la etapa más larga de todas y también es aquella que se muestra. Para no perderse es importante responder a las 5W: Who?, What?, Where?, When? y How? (¿Quién?, ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Cuándo? y ¿Cómo?). Independiente del canal que se utilice en la estrategia, responder a estas preguntas es clave para el éxito.
Control
La última etapa, la de control, es también muy importante, ya que es donde, a través de datos cuantificables, se determina el rendimiento del plan estratégico. Estos datos, además de permitir conocer los resultados, también dan información sobre la dirección que debe seguir la estrategia. Es decir, si hay algo que debe cambiarse con el fin de mejorar.
Hay que tomarse muy en serio esta parte, ya que en caso de que los resultados no sean los esperados se pueden hacer modificaciones parciales o totales para llegar al objetivo.
Por qué debes usar SOSTAC para crear una campaña efectiva y eficaz
Hay varios motivos por los que utilizar la metodología SOSTAC, ya que además de ser una forma fácil de estructurar las campañas, se puede decir que:
Ayuda a descubrir el target de la marca. Saber el tipo de público al que nos dirigimos, así como tener información sobre este, ayuda a escoger estrategias y acciones con las que llamar su atención de una forma mucho más efectiva. Además, se le puede ofrecer una atención mucho más personalizada y cercana, ya que se sabe qué necesita, qué piensa, cuáles son sus inquietudes o necesidades…
Permite conocer de una forma mucho más precisa los objetivos y herramientas disponibles, lo que reduce el riesgo de no utilizar recursos que podrían ser útiles.
También ayuda a conocer los canales y materiales de marketing que se pueden utilizar, así como a utilizarlos de la forma más óptima y eficaz.
Con toda la información obtenida tras la investigación, análisis y planificación, se puede diseñar una estrategia con los mejores resultados, teniendo siempre en cuenta los recursos de la empresa, su potencialidad y sus limitaciones.
Podemos concluir, entonces, que utilizar la metodología SOSTAC puede ayudar, de una forma relativamente sencilla, a una marca a diseñar estrategias mucho más efectivas. Esto se debe, principalmente, a que no se deja todo en manos del azar o se actúa en base a una consecuencia, sino que hay un análisis que lleva hacia una planificación muy estudiada y enfocada hacia el éxito.