El retargeting es una pieza clave de la publicidad online. Dado que muy pocos usuarios se convierten en clientes en la primera interacción con la marca, tenemos que ser capaces de identificar a nuestros clientes potenciales y acompañarles en todo el proceso.
Y ahora, gracias al behavioral retargeting, podemos ir un paso más allá y adaptar las interacciones con los clientes potenciales en función de su comportamiento. Si quieres saber cómo funciona, ¡sigue leyendo!
El behavioral retargeting es una técnica de remarketing que se basa en segmentar a tu audiencia en función de los intereses mostrados a través de su comportamiento.
El behavioral retargeting utiliza los mismos datos para volver a interactuar con audiencias que ya han mostrado un interés en tu marca a través de sus interacciones con tu sitio web, tus anuncios en redes sociales o tus campañas de email. Con esta información, puedes crear campañas de anuncios y email marketing personalizadas para seguir interactuando con tu audiencia incluso después de abandonar tu sitio. Así, consigues mejorar el conocimiento de la marca y las probabilidades de que vuelvan a tu sitio para hacer una compra.
Por ejemplo, imaginemos que tienes una agencia inmobiliaria en Valencia. La mayoría de las personas que buscan comprar o alquilar casa van a portales como Idealista. Con el behavioral retargeting, puedes hacer un seguimiento de las personas que han visto fichas de viviendas en Idealista de la zona de Valencia y mostrarles anuncios sobre pisos que podrían interesarles cuando visiten otros sitios web. De esta manera, tienes la garantía de que tus anuncios llegan a las personas con más probabilidades de interesarse por ellos.
Según un estudio reciente de McKinsey & Company, las empresas que aprovechan la información sobre el comportamiento de los consumidores tienen un 85% más de crecimiento de ventas y un 25% más de beneficios brutos que las que no lo hacen. El motivo de ello es que el behavioral retargeting permite ofrecer una publicidad altamente personalizada y, por ello, más efectiva.
Los anuncios de display pueden utilizarse para dirigirse a usuarios potencialmente interesados en tu marca mientras visitan otros sitios online. A través de redes de display como la de Google Ads, tus anuncios pueden aparecer en un montón de sitios que tus clientes potenciales visitan.
Con esta estrategia de behavioral retargeting, puedes crear un mensaje atractivo que anime a los usuarios a hacer clic para visitar tu sitio y acabar convirtiéndose en clientes. Se recomienda especialmente para dirigirse a personas que han visitado tu sitio anteriormente, pero de las que aún no tienes demasiada información.
Los anuncios en redes sociales te permiten poner en marcha tu estrategia de behavioral retargeting en un sitio donde tus clientes potenciales pasan gran parte de su tiempo online. Eso significa que tienes una gran oportunidad para atraer a nuevos clientes, interactuar con ellos o recordarles lo que puedes ofrecer.
Una gran ventaja de este formato es que te permite combinar tu base de datos de remarketing con las grandes cantidades de información de las que disponen las redes sociales sobre los usuarios. Por ejemplo, puedes subir tu base de datos de email a la plataforma publicidad de la red social y crear un público con los usuarios que más se parecen a tus suscriptores.
Si tienes la dirección de correo electrónico de un usuario y cuentas con su permiso para enviarle mensajes comerciales, puedes comunicarte con él de una manera mucho más directa y personalizada.
Con un seguimiento adecuado de los contactos de tu base de datos, puedes saber qué hacen en tu sitio web, qué artículos han comprado anteriormente o a qué horas suelen visitarte. Toda esta información te servirá para enviarles emails con recomendaciones y descuentos personalizados y acertar justo con lo que necesitan.
Otra estrategia de behavioral retargeting por email muy utilizada y efectiva son los emails de recordatorio de carritos abandonados. Si un usuario se ha dejado una compra a medias, sabemos que es muy probable que esté altamente interesado en comprarnos, así que podemos ofrecerle alguna promoción tipo "gastos de envío gratis" para animarle a dar el último paso.
Analiza las conexiones entre comportamientos. Es posible que haya comportamientos que no estén directamente relacionados, pero de los que puedas atraer patrones útiles. Por ejemplo, hace algunos años, un estudio de Orbitz mostró que los usuarios de Mac gastan un 30% más por noche en hoteles que los de PC. Por tanto, tenía sentido filtrar a los usuarios de Mac para mostrarles anuncios de hoteles más caros.
Busca las fechas y motivaciones clave. No sé trata solo de qué producto compra alguien, sino de cuándo y por qué. Por ejemplo, puede que un usuario determinado compre el mismo perfume todos los años para regalárselo a su madre en Navidades, o que un grupo de amigas celebre los cumpleaños yéndose de viaje juntas. Ir más allá de las correlaciones típicas puede ayudarnos a llegar con el anuncio perfecto justo en el momento adecuado.
Utiliza una plataforma de publicidad inteligente. El behavioral retargeting requiere analizar enormes cantidades de datos y posibles conexiones. Para sacarle todo el partido, necesitas contar con una solución que aporte funcionalidades como la inteligencia artificial o el aprendizaje automático para poder analizar, predecir y anticiparte a los comportamientos de los clientes. Por suerte para las pequeñas y medianas empresas, estas funcionalidades cada vez están más disponibles en herramientas de bajo coste o incluso gratuitas, como el modelo de atribución basado en datos de Google Ads.
Aprovecha las oportunidades fáciles. El remarketing tradicional solía empezar dirigiéndose a todos los visitantes de un sitio, pero con behavioral retargeting, podemos afinar mucho más. Para maximizar las oportunidades de convertir, céntrate en los usuarios que hayan mostrado comportamientos que revelan intención de compra, como visitar varias páginas de productos similares o consultar tu política de envíos y devoluciones.