Las redes sociales juegan un papel clave en las estrategias online y son una parte esencial del posicionamiento de las marcas.
Utilizar herramientas SEO para estar en los primeros lugares de los resultados de los motores de búsqueda es muy importante, pero la presencia online de una empresa no está completa sin las redes sociales. Aquí es donde entra en juego el Social Media Optimization o SMO. Vamos a ver en qué consiste y cómo podemos ponerlo en práctica.
SMO son las siglas de Social Media Optimization (optimización de redes sociales) y hace referencia al conjunto de estrategias y técnicas que se utilizan para mejorar la visibilidad de un sitio web o una marca en las diferentes redes sociales. Estas se utilizan para difundir o promover los contenidos del sitio o la marca a fin de llegar al mayor número de personas posible y generar interacciones.
En SMO busca aprovechar al máximo las redes sociales en un entorno en el que los algoritmos favorecen cada vez más los contenidos de los contactos personales de un usuario en detrimento de las marcas. Además, los usuarios están cada vez más saturados de contenidos, por lo que crear publicaciones que consigan llegar a nuestro buyer persona y provocar el efecto deseado es todo un reto.
Para poner en contexto el SMO, tenemos que diferenciarlo de otros acrónimos relacionados con la estrategia de posicionamiento y redes sociales de una marca. Vamos a ver brevemente en qué consiste cada uno de ellos:
El SEO (Search Engine Optimization) es el conjunto de estrategias y técnicas utilizadas para mejorar el posicionamiento de un sitio web en los motores de búsqueda de Google. Emplea una combinación de técnicas relacionadas con la optimización del sitio (SEO on-page) y la mejora de la reputación externa y los enlaces entrantes (SEO off-page). Normalmente los resultados del SEO tardan cierto tiempo en verse, pero se trata de una inversión excelente para la visibilidad de la marca a largo plazo.
El SEA (Search Engine Advertising) consiste en la utilización de herramientas de pago para colocar anuncios en buscadores. En nuestro país, la herramienta más utilizada es Google Ads, que permite crear campañas de publicidad en el buscador de Google. A cambio de un pago por cada clic generado o por cada mil impresiones, esta estrategia permite obtener resultados con mucha más rapidez que el SEO.
Por último, el SMM (o Social Media Marketing) incluye todas las acciones de marketing centradas en las redes sociales, tanto orgánicas como de pago. Estas últimas incluyen tácticas como el uso de publicaciones patrocinadas (que amplían el alcance de los posts de la marca) o la colocación de anuncios de diferentes formatos en las redes sociales. Uno de sus mayores puntos fuertes es la segmentación: al disponer de una gran cantidad de información sobre los usuarios, las plataformas de publicidad en las redes sociales permiten aplicar una gran cantidad de filtros para dar en la diana del público objetivo.
Vamos a dar un repaso rápido a lo que el SMO puede aportar a tu empresa:
Mayor visibilidad y alcance. El SMO se desarrolla en un canal diferente a los buscadores, por lo que puede llegar a otros usuarios y en diferentes momentos del viaje del cliente.
Mejora en el SEO. Aunque se trata de estrategias diferentes, el SMO puede repercutir favorablemente en el SEO. Al compartir contenidos relevantes para tu target en las redes sociales, favoreces la creación de enlaces externos a tu web, lo que a su vez incrementa su relevancia de cara a los buscadores.
Mejor utilización del presupuesto. Prácticamente todos los presupuestos de marketing digital hoy en día incluyen un apartado para las redes sociales. Gracias al SMO, podemos garantizar que este presupuesto se aprovecha al máximo para generar visibilidad y atraer a los clientes más interesantes para la marca.
Mejor integración de las redes sociales en el ecosistema de la marca. Utilizando las prácticas recomendadas de SMO, lograremos que nuestro contenido se distribuya de manera coherente a través de los diferentes canales digitales de la marca, haciendo que estos se refuercen entre sí.
Menor riesgo de saturación. El marketing de contenidos no ha dejado de crecer en los últimos años, lo que lleva a que el público objetivo se sature de propuestas similares. Con el SMO, puedes encontrar soluciones alternativas para que tu contenido resulte realmente relevante y llegue justo al público que más lo necesita.
Mejor gestión de la relación con los clientes. Las redes sociales te permiten tener una relación directa con tus clientes actuales y potenciales, lo que ayuda tanto a mejorar la imagen de marca mostrando tu lado más humano como a facilitar una atención al cliente rápida y ágil.
Mayor interacción con los clientes. El SMO busca fomentar las interacciones directas entre usuario y marca a través de comentarios, me gusta, mensajes directos y otras reacciones. Esto genera un vínculo más estrecho entre marca y usuario y contribuye a la fidelización. Al mismo tiempo, cuantas más interacciones reciba una publicación, más recompensará el algoritmo a la marca generando visibilidad.
El primer punto para optimizar tu presencia en redes sociales es decidir en qué redes vas a estar y por qué. El objetivo es encontrar las redes favoritas de tu target, que no necesariamente tienen por qué ser las que tengan más alcance global. Por tanto, te tocará investigar a fondo los hábitos de uso de internet de tus usuarios.
Ten en cuenta también que es mejor estar en menos canales pero con una presencia más intensa y optimizada que intentar abarcar muchos pero prestándoles menos atención.
Crear un buyer persona completo es una estrategia base en todo el marketing digital. Esta representación de nuestro cliente ideal nos ayudará a entender mucho mejor sus necesidades y deseos y poder ofrecerle justo lo que necesita en el momento adecuado.
Aplicado al SMO, el buyer persona nos ayudará a discernir cuáles son las publicaciones que más pueden interesar a nuestro target y adaptar el tono y el formato para maximizar la efectividad.
A la hora de crear contenidos, piensa también en maximizar la posibilidad de que los usuarios los compartan con otras personas, ya sea por su utilidad y relevancia, por generarle emociones intensas o por llamar a la acción de una manera eficaz.
Las redes sociales pueden cumplir diferentes funciones en tu marketing digital, desde ayudarte a multiplicar el alcance de las publicaciones en tu web y blog hasta recoger opiniones de la audiencia que te ayuden a mejorar tus productos.
A su vez, puedes y debes utilizar otros canales de la marca para promocionar tu presencia en las redes sociales, añadiendo botones con enlaces a tus perfiles en sitios como tus emails o las páginas de agradecimiento de tus landing pages.
Para tener éxito en las redes sociales, la regularidad es muy importante. Tenemos que crear una presencia de marca constante, sin dejar grandes espacios de tiempo sin publicar (lo que perjudicará a la visibilidad de nuestros contenidos) ni abrumar a nuestra audiencia con publicaciones excesivas.
La frecuencia ideal depende mucho de la red que escojamos: es posible que en LinkedIn sea suficiente con unas pocas publicaciones de calidad a la semana, mientras que lo normal en Twitter es hacer varios tuits al día. El contenido efímero, como las Stories de Instagram, permite subir el ritmo de publicación de contenidos.
También es muy importante tener en cuenta la regularidad de ciertos contenidos. Por ejemplo, podemos organizar un directo de preguntas y respuestas con la audiencia todos los martes a la misma hora, de manera que la audiencia se habitúe a conectarse en ese momento.
Se han hecho montones de investigaciones sobre la hora ideal para publicar en las redes sociales, ya que de este factor puede depender que una publicación se convierta en viral o pase completamente desapercibida. La conclusión es que no existe una hora universal que sirva para todos los casos, pero sí una serie de factores a tener en cuenta:
En general, cuantos más usuarios estén conectados, más alcance podrá tener tu publicación. Estudia los patrones de uso de cada red social para identificar sus horas punta, ya que los hábitos pueden ser diferentes en LinkedIn y en Instagram, por ejemplo.
Haz experimentos con tu marca. Programa publicaciones similares a diferentes horas y analiza los resultados a lo largo del tiempo.
Recuerda que programar las publicaciones por adelantado es una opción muy interesante que te permite llegar a los momentos de “máxima audiencia” sin un esfuerzo adicional.
Por último, ten en cuenta la zona horaria en la que vive la audiencia a la que te diriges. En el caso de las marcas que publican en español, es posible que te interese dirigirte a un público en España y Latinoamérica. En ese caso, las publicaciones hechas durante la tarde-noche española lograrán llegar a América a una hora en que estos usuarios también están despiertos.