La mercadotecnia es un conjunto de estrategias y técnicas orientadas a identificar, crear y satisfacer las necesidades del consumidor. A este concepto se le conoce también como mercadeo o mercadología e implica la investigación del mercado y el desarrollo, promoción, distribución y venta de un producto o servicio, así como todas aquellas acciones que tengan como objetivo posicionar la marca y satisfacer unas necesidades en el público objetivo y posicionar la marca y lo que esta ofrece.
La mercadotecnia ha evolucionado a lo largo del tiempo, tanto como concepto como en la forma de orientar y aplicar todas las estrategias y técnicas que engloba.
Entre el 1900 y 1920, la mercadotecnia se orientaba exclusivamente a la producción y en que esta fuera lo suficientemente eficiente como para que los consumidores pudiesen adquirirlo. Ya después, entre 1920 y 1950, pasó a enfocarse en las ventas, ya que la aparición de la competencia, cada vez más presente, hizo que las marcas tuviesen que centrarse en estrategias de ventas y de diferenciación.
Entre 1950 y 1980 la mercadotecnia empezó a centrarse en el consumidor, momento en el que el objetivo pasó a ser el desarrollo de productos y servicios que pudiesen satisfacer sus necesidades y deseos. Viendo que esto no era suficiente, entre 1980 y 2000 se hizo aún más hincapié en lo que necesita el consumidor, pero esta vez con el objetivo de establecer una relación a largo plazo. O, dicho de otra forma, lo que se pretendía era buscar su fidelización.
Y, finalmente, a partir del año 2000, con la aparición y auge de internet y las redes sociales, la mercadotecnia pasó a centrarse en los canales digitales sin perder de vista todo aquello en lo que se había orientado anteriormente, que era la producción, las ventas y la fidelización de clientes.
Pueden identificarse hasta 20 tipos diferentes de mercadotecnia si se parte desde la más tradicional y se llega a la más actual:
No hay un tipo de mercadotecnia mejor que otro, ya que dependerá de los objetivos, así como del público que se quiera atraer o el canal que se vaya a utilizar, entre otros aspectos.
Independientemente del tipo de mercadotecnia que se aplique, este tipo de estrategia se basa en las 4P: Producto, Precio, Plaza y Promoción.
Con Producto se hace referencia al bien o servicio que se ofrece al consumidor. El éxito de esta parte dependerá, principalmente, de sus capacidades para cubrir unas necesidades específicas, así como de sus características, calidad, diseño o diferenciación respecto a otros similares y de otras marcas. En cuanto al Precio, que es el valor que pagarán los consumidores por ese bien o servicio, también es crucial para equilibrar competitividad y rentabilidad.
La Plaza es otra de las 4P de la mercadotecnia y se refiere a los canales o medios por los cuales el bien o servicio llega al consumidor final. Es decir, son los puntos de venta. Y, finalmente, la Promoción, que son todas las acciones que se llevan a cabo para comunicar y dar a conocer ese bien o servicio.
En cualquier estrategia de mercadotecnia es importante aplicar una segmentación que permita llegar a personas con un perfil específico, que son aquellas que podrían estar realmente interesadas en ese producto o servicio. Esto significa que, gracias a la segmentación se puede lograr una campaña mucho más efectiva, ya que todos los esfuerzos se dirigen a ese público en concreto, pudiendo personalizar aún más la campaña. Esto, a su vez, permite optimizar los recursos, reduciendo costes y esfuerzos.
También cabe destacar que, haciendo una buena segmentación, los productos, servicios y comunicaciones pueden ajustarse y personalizarse aún más; así como también es posible destacar sobre la competencia.
En resumen, con una buena segmentación se puede mejorar la precisión y relevancia de las estrategias, así como maximizar su impacto y rentabilidad.
La mercadotecnia es algo que ha cambiado a lo largo de los años, ya que ha tenido que adaptarse a los nuevos medios de comunicación, a los nuevos hábitos, a las nuevas audiencias y otros cambios. Sin embargo, cuando debe escogerse entre utilizar unas técnicas de mercadotecnia tradicional o unas de mercadotecnia digital, deben tenerse en cuenta tanto las ventajas como desventajas de cada una de ellas:
Mercadotecnia digital |
Mercadotecnia tradicional |
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Alcance y audiencia |
Se aplica a través de medios digitales, como redes sociales o sitios web, y permite aplicar una segmentación muy detallada, llegando así a un público muy específico. |
Utiliza medios masivos, como la televisión, la radio, la prensa o la publicidad en exterior, algo que permite llegar a una gran cantidad de público, aunque sin una segmentación específica. |
Medición de resultados |
Ofrece métricas en tiempo real, pudiendo hacer una evaluación mucho más precisa de cada una de las campañas. |
No permite hacer unas mediciones precisas, ya que no se puede determinar si el cliente ha llegado al producto o servicio gracias a las acciones realizadas en medios masivos o por otras circunstancias. |
Coste |
Se adapta a diferentes tipos de presupuesto. |
Puede ser más costosa. |
Interacción con el cliente |
Bidireccional. |
Unidireccional. |
Permanencia del contenido |
Puede permanecer online de forma indefinida, por lo que puede generar resultados tanto a corto como largo plazo. |
Tiene una vida útil muy limitada. |
Personalización |
Puede personalizarse. |
Tiene una personalización muy limitada. |
Ambas estrategias son compatibles y pueden complementarse, pero en caso de elegir una de ellas deberán tenerse muy en cuenta tanto las necesidades de la marca como el tipo de público al que se quiere llegar.
Cada vez hay más empresas que apuestan por un tipo de mercadotecnia más digital, por lo que las estrategias están altamente influenciadas por la personalización, el uso de datos y la tecnología. Esto significa que una de las tendencias actuales consiste en ofrecer experiencias individualizadas mediante la personalización de mensajes o el ofrecimiento de ciertos productos o servicios según preferencias, comportamientos o interacciones. También es tendencia el uso de la inteligencia artificial para ofrecer una atención al cliente más eficiente, así como optimizar recursos y mejorar la experiencia de usuario. Y aunque la mayoría de empresas recogen y almacenan una gran cantidad de información, la privacidad y la protección de datos es fundamental para que el público confíe.