Si haces email marketing, seguro que has oído hablar alguna vez del "opt-in". Este término tiene una gran importancia para gestionar nuestras listas de correo de manera ética y legal, así que es muy importante tenerlo claro. Vamos a ver en qué consisten tanto el opt-in a secas como el opt-in doble.
El opt-in (también llamado "confirmación única") es el proceso por el cual le pedimos permiso a un usuario para poder enviarle mensajes de marketing a su correo electrónico. Esto garantiza que esta persona consiente a que le enviemos emails y no estamos haciéndole spam.
El opt-in es un requisito imprescindible en todas las estrategias de email marketing, ya que la ley nos obliga a contar con el permiso de una persona para poder comunicarnos con ella. En España, esta circunstancia está regulada en el Reglamento General de Protección de Datos, que establece que este permiso tiene que ser activo. Por ejemplo, si incluimos una casilla tipo "Quiero recibir mensajes de marketing de la marca X" en un formulario, esta casilla no puede estar premarcada, sino que el usuario tiene que hacer clic en ella activamente.
Otra consecuencia del opt-in obligatorio es que no podemos hacer email marketing con bases de datos o listas de correos electrónicos compradas a terceros. Además, esta no es una práctica recomendable en ningún caso, puesto que se trataría de usuarios que no están interesados en nuestra marca y es probable que un gran porcentaje de ellos se dé de baja o incluso nos marque como spam.
El double opt-in o "confirmación doble" va un paso más allá para garantizar que un usuario realmente quiere recibir nuestros correos y que tenemos registros de calidad en la base de datos.
Con el opt-in doble, el usuario nos deja sus datos y marca la opción para dar consentimiento a que le enviemos mensajes. Después, recibirá un correo electrónico en el email que nos ha dejado, y tendrá que hacer clic en él para volver a confirmar que quiere formar parte de nuestra base de datos.
Con el doble opt-in, por tanto, tendremos que diseñar cuatro contenidos diferentes, uno para cada paso del proceso:
Quizás estés pensando que se trata de un proceso bastante complejo y que corres el riesgo de que los usuarios nunca lleguen a abrir y clicar el correo de confirmación. Pero lo cierto es que el double opt-in es la única manera de asegurarnos de que nos han dejado un email válido y de que el usuario está realmente interesado en recibir nuestros correos, así que es una práctica muy recomendable.