El PPC o pago por clic es la modalidad publicitaria en que se basan la mayoría de las campañas en internet, como la publicidad en Google. Para los anunciantes, este modelo supuso una auténtica revolución, ya que hasta entonces tenían que "disparar a ciegas", invirtiendo presupuesto en campañas cuyos resultados no podían medirse a ciencia cierta.
En definitiva, el PPC es un concepto básico para entender el marketing digital. Pero ¿sabes exactamente en qué consiste, qué ventajas tiene y cómo se aplica? ¡Vamos a verlo!
El PPC o pago por clic es un modelo de publicidad digital en el que el anunciante paga una cantidad (fija o determinada por subasta) cada vez que un usuario hace clic en uno de sus anuncios para visitar su página web. La idea de una campaña de pay per click es "comprar visitas" a un sitio determinado, normalmente con la idea de generar una acción determinada en los usuarios (registrarse o comprar un producto, por ejemplo).
Aunque el PPC es una opción muy común, no es el único modelo de pago posible para hacer campañas online. Por tanto, conviene distinguirlo de otros como:
El CPC es el precio que paga el anunciante por cada clic en su anuncio. Aquí puede pactarse un precio fijo por cada clic o determinarse mediante una subasta. En el segundo caso, el anunciante establece una puja o precio máximo que está dispuesto a pagar por cada clic. El sistema compara el anuncio con otros similares en función de su calidad y del precio que están dispuestos a pagar, y muestra en primer lugar el anuncio ganador.
El CTR ("click through rate" o ratio de clics) es el porcentaje de usuarios que hace clic en un anuncio respecto al total de usuarios que lo han visto. En general, cuanto mejor sea un anuncio, más alto será su CTR.
En algunos sistemas de PPC, el CTR es una métrica determinante para establecer el precio de un anuncio, ya que el sistema "premia" a los anuncios que tienen mayor calidad y, por tanto, mayor CTR.
Llamamos "impresión" a cada una de las visualizaciones que recibe un anuncio, ya sea que el usuario haga clic en el mismo o no.
Con la publicidad en internet, tenemos un gran control sobre la audiencia a la que se dirigen nuestros anuncios. Podemos segmentar el público que va a ver nuestras campañas de PPC en función de muchísimos factores: edad, género, ubicación, intereses, comportamientos... Cada plataforma de pago por clic ofrece diferentes opciones que podemos combinar para alcanzar un gran nivel de precisión. Así, nos aseguramos de pagar solamente por clics de usuarios que tengan buenas probabilidades de acabar siendo nuestros clientes.
La landing page es el sitio al que se dirige el usuario después de hacer clic en nuestro anuncio. De ella depende que acabe convirtiéndose en cliente o se vaya a los pocos segundos, así que es muy importante que esté bien optimizada.
Las características principales de una buena landing page son la claridad, la sencillez y la relevancia con respecto al anuncio.
La conversión es probablemente la métrica más importante en una campaña PPC, ya que mide el rendimiento de nuestro anuncio en términos económicos. Llamamos "conversión" a cada una de las compras realizadas por un usuario después de hacer clic en un anuncio. El ratio de conversión es el porcentaje de usuarios que convierte respecto del número de usuarios que hace clic.
El número de veces que se muestra cada anuncio a un usuario en concreto durante un periodo determinado. Para calcularla, tenemos que dividir el número de impresiones entre el número de usuarios únicos.
Lo habitual es que un usuario reciba varios impactos de una misma campaña, y puede ser buena idea para asegurarnos de que nos ha visto. Pero hay que evitar caer en el exceso, ya que podemos acabar generando rechazo y sensación de spam y logrando un efecto contrario al deseado.
El PPC es un modelo de pago, no un sitio o una ubicación concretos; por eso, tienes muchas opciones a la hora de decidir dónde quieres mostrar tus anuncios. Te enseñamos los principales.
La publicidad en buscadores de internet, también conocida como SEM, permite mostrar anuncios a los usuarios en función de las palabras clave que hayan introducido en su búsqueda (por ejemplo, "alquiler de coches en Madrid"). Los principales motores de búsqueda, como Google y Bing, usan un modelo basado en el PPC mediante subasta.
Para los anunciantes, la publicidad en buscadores ofrece dos grandes ventajas:
Las principales soluciones de publicidad en redes sociales, como Facebook Ads o Instagram Ads, ofrecen opciones de pago por click.
Este tipo de anuncios se ubican dentro de la experiencia de la red social del usuario, ya sea en su sección de últimas novedades o en alguna columna lateral. Una de sus principales ventajas es que permiten aprovechar la información de la que la red social dispone sobre el usuario, de manera que podemos lanzar anuncios PPC altamente segmentados (por ejemplo, "hombres casados que se hayan mudado recientemente a X").
Por último, el PPC también es el pan de cada día en las campañas de publicidad de display, que muestran anuncios tipo banner en webs relacionadas con los productos y servicios de la marca o con los intereses de su público objetivo.
Este tipo de campañas pueden ser muy eficaces si están bien utilizadas, pero hay que tener cuidado para evitar caer en la publicidad intrusiva. También conviene tener en cuenta que los CTR suelen ser mucho menores que en otros tipos de anuncios, así que necesitaremos contar con una audiencia mayor.