El street marketing es una estrategia de marketing que se lleva a cabo en espacios públicos, normalmente exteriores, con el objetivo de llegar al mayor número posible de público objetivo. Normalmente, se utilizan técnicas creativas, llamativas e impactantes, de esta manera, además de dar a conocer un producto o servicio, se puede aumentar el reconocimiento de marca.
Para llevar a cabo una buena estrategia en street marketing o marketing callejero es necesario conocer al público objetivo para saber los lugares por los que se mueve, qué puede llamar su atención, cómo se comunica, etc. Con esta información ya se podrá diseñar una publicidad que pueda sorprender y llamar la atención del público objetivo. En este punto es clave la creatividad y conseguir despertar algún tipo de emoción en el espectador, por lo que se pueden utilizar imágenes, vídeo, música o elementos que, sin llegar a molestar, resulten atractivos e impactantes. Además, la publicidad y el mensaje debe estar en consonancia con la marca, ya que no se trata de llamar la atención del público con una imagen que no corresponda a lo que es la marca.
Se puede recurrir al marketing callejero en diferentes situaciones, siendo una de ellas el lanzamiento de un nuevo producto o servicio, ya que es una forma de darlo a conocer de una forma original e impactante. También se puede utilizar para llamar la atención de una audiencia específica dentro de una ubicación concreta. Es decir, para lanzar campañas locales. Otra situación en la que se puede utilizar el street marketing podría ser la celebración de un evento especial, como un festival, una feria o un concierto.
También se puede recurrir al marketing callejero cuando se dispone de un presupuesto ajustado, ya que es un tipo de campaña económica en comparación a otro tipo de campañas; o cuando lo que se busca es reforzar la presencia de marca.
Como cualquier otra campaña, el street marketing tiene tanto ventajas como desventajas. Entre sus ventajas destacarían que, si se logra hacer una publicidad creativa y atractiva visualmente, se puede lograr una alta visibilidad e impacto en el público. Otros pros son que a través del marketing callejero se consigue una interacción directa con el público objetivo, aumentando así el compromiso y la lealtad hacia la marca; así como también se puede lograr una mayor viralidad y alcance, siempre que se aproveche al máximo la flexibilidad y creatividad que ofrece este formato.
También cabe destacar que es una opción económica si se compara con otro tipo de campañas de marketing, por lo que es asumible por prácticamente cualquier empresa.
En cuanto a sus inconvenientes, este tipo de campaña tiene un alcance limitado, ya que únicamente llegará a las personas que frecuenten ese lugar específico. Otro contra a tener en cuenta es que los resultados son impredecibles, ya que incluso existe el riesgo de que la percepción sea negativa, molesta o invasiva. Además, en este tipo de campañas hay que tener en cuenta las condiciones climáticas, si es algo que podría afectar o no a la ejecución de la campaña; así como los permisos y regulaciones.
Hay varias empresas que han recurrido al marketing callejero y los resultados han sido un éxito. Un ejemplo de ello es Sprite, que instaló unas duchas en la playa que simulaban ser un dispensador de bebida, concretamente de Sprite.
Otro ejemplo es Folgers Coffee, que aprovechó las humeantes alcantarillas de Nueva York para promocionar su café.
Y Nike, que puso un banco en el que es imposible sentarse para fomentar el ejercicio físico y, a la vez, sus productos.