¿Quieres hacer la mejor campaña de marketing online para tu marca o empresa? No estás solo: muchísimos marketers se proponen ese mismo objetivo, pero solo unos pocos afortunados lo consiguen. ¿Sabes cuál es su secreto para elaborar una buena campaña de publicidad?
La verdad es que no hay ninguna "receta mágica" para hacer la mejor campaña online, porque se trata de un entorno en constante evolución y porque las necesidades de las marcas son muy diferentes. Pero sí que hay una serie de buenas prácticas demostradas que puedes poner en marcha desde ya para mejorar los resultados de tu marketing online. Vamos a ver cuáles son y a echar un vistazo a cinco campañas digitales de lo más inspiradoras.
Los mejores marketers hacen siempre los deberes. Una buena planificación es la mitad de la batalla, y para que nuestros planes tengan sentido, tenemos que saber dónde estamos exactamente. Por eso, antes de ponerte a redactar el plan de marketing para tu campaña online, mi consejo es que revises a fondo estos tres temas:
La situación actual de la marca. Volumen de ventas, objetivos, canales digitales en los que tiene presencia, campañas anteriores realizadas... Este es un buen momento para analizar nuestra reputación online: volumen de menciones de usuarios a nuestra marca y productos, medios donde se producen y tono de las mismas.
La competencia. Como mínimo, necesitas identificar a los competidores más directos y ver qué están haciendo con sus campañas online. Así, podrás saber cuáles son las tácticas que mejor funcionan en tu sector e identificar posibles huecos a cubrir con tu marketing.
El target de tu empresa. ¿A quién se dirigen tus productos y servicios? ¿Qué necesidades tienen? ¿Cuáles son las redes y medios sociales que más usan? En este apartado puede resultarte muy útil elaborar un buyer persona, esto es, un perfil de tu cliente ideal que responda a todas estas preguntas y te ayude a identificarte con él.
Otro punto esencial de los planes de marketing digital es la definición de los objetivos. Las campañas online pueden responder a necesidades muy variadas: aumentar el número de registros de la base de datos, mejorar las conversiones, generar notoriedad en torno a un producto nuevo... así que tenemos que tener muy claro qué es lo que queremos y huir de las "vanity metrics" como el número de seguidores.
Un buen objetivo tiene que responder a estas características:
Estar en línea con los objetivos de negocio globales de la empresa. Las campañas online son solo una parte más dentro del plan de marketing global, y es esencial que toda la empresa vaya remando en la misma dirección si queremos llegar a buen puerto. Por eso, lo primero que hay que plantearse es cuáles son las necesidades globales de la empresa y cómo podemos contribuir a resolverlas.
Ser lo más concreto posible. Un objetivo como "aumentar mi notoriedad de marca" es demasiado genérico, ya que está muy abierto a la interpretación. Por eso, es mucho mejor algo tipo "conseguir 4000 menciones a los productos de la marca en Twitter e Instagram a lo largo de los próximos 2 meses".
Ser ambicioso y realista a la vez. Los objetivos demasiado fáciles no motivan a los equipos para dar lo mejor de sí. Pero si ponemos un objetivo imposible, lo más probable es que nos desanimemos al ver que nos quedamos muy lejos. Por eso, hay que buscar un equilibrio entre ambos puntos. También es buena idea establecer dos o tres subobjetivos: el mínimo, el asequible y el ideal, por ejemplo.
Poder medirse con facilidad. Es absolutamente esencial que los objetivos sean cuantificables y estén asociados a un indicador clave de desempeño (KPI), ya que de lo contrario no podremos monitorizar su evolución. De hecho, debería definirse un plan claro de medición de los resultados al mismo tiempo que marcamos los objetivos.
Tener una fecha límite. Todos los objetivos deben estar definidos en el tiempo, ya que esto ayuda a distinguir entre diferentes etapas y marcar un plan de acción para conseguirlos.
Por último, conviene tener en cuenta que una misma campaña online puede responder a varios objetivos a la vez, así que no tenemos por qué limitarnos a uno solo.
Hoy en día disponemos de un sinfín de recursos para llevar a cabo nuestras campañas de marketing online, así que es imprescindible filtrar y centrarnos en los canales y las acciones con más probabilidades de conseguir los resultados que buscamos.
Para empezar, tenemos que tener en cuenta que los diferentes canales y estrategias pueden ser adecuados para distintas fases del embudo de conversión. Por ejemplo, en la fase inicial (TOFU) podemos emplear anuncios de display para generar visibilidad. En la etapa MOFU, el email marketing puede ser adecuado para hacer lead nurturing. Y cuando el usuario ya está listo para convertir (BOFU), podemos darle un último empujón con anuncios de remarketing.
También conviene hacer un buen estudio de los medios online que más usan nuestros clientes ideales. Idealmente, esta información debe formar parte del buyer persona.
Otra herramienta muy útil para tener clara esta elección es el customer journey o viaje del cliente, que nos ayudará a visualizar los diferentes puntos de contacto necesarios para que una persona se convierta en cliente de la marca. Y es que por lo general, tendremos que impactarle varias veces y a través de distintos medios para conseguir la conversión que estamos buscando.
La segmentación es una de las claves más poderosas de las mejores campañas de marketing digital, ya que nos permite llegar a la persona adecuada en el momento adecuado y ahorrar un montón de esfuerzos innecesarios.
Hoy en día disponemos de una cantidad increíble de datos sobre los usuarios, pero tenemos que usarlos con inteligencia para sacarles el máximo partido. Para empezar, apunta estas recomendaciones:
Explora las opciones de segmentación de los anuncios en redes sociales, por ejemplo, Facebook Ads. A través de su herramienta, puedes definir un montón de aspectos sobre tu audiencia ideal, desde la ubicación exacta hasta el estado civil, las aficiones o los dispositivos que usan.
Piensa en la segmentación no solo desde un punto de vista de características estáticas, sino también del momento vital en el que se encuentra el usuario (por ejemplo, recién casados, personas que acaban de mudarse a una ciudad determinada...).
Haz tests A/B con diferentes segmentos de audiencia y compara los resultados entre sí.
Usa las herramientas como los públicos similares y el remarketing.
Automatiza todo lo posible tu marketing para poder dividir al público en segmentos de alta precisión y ofrecerles campañas altamente personalizadas.
Si queremos destacar en un entorno tan saturado como es el de las campañas online, no podemos limitarnos a hacer lo que hace todo el mundo. Gracias al análisis de la competencia, seguro que ya has identificado lo que están haciendo otras marcas así que ¡atrévete a ser diferente!
Sorprender, impactar, ser polémico, hacer reír... son muchas las estrategias que podemos usar, pero lo que está claro es que no podemos dejar a la gente indiferente. En el siguiente apartado puedes ver 5 ejemplos de campañas online únicas para inspirarte.
Esta plataforma de email marketing decidió hacer de la necesidad virtud y aprovechar las maneras en que los usuarios pronuncian mal su nombre. Para ello, lanzó una serie de campañas online de lo más surrealistas con diferentes variaciones de "MailChimp". En esta, "Kale Limp", nos desvelan el sorprendente origen de una de las verduras preferidas de los hipsters.
La publicidad basada en valores es muy poderosa a la hora de atraer a los espectadores. Heineken lo sabe y lo aprovecha a la perfección en esta campaña online. El concepto: poner a dos personas muy diferentes a construir algo juntas. Cuando han terminado, se les desvelan las creencias del otro y se les ofrece la opción de hablar de ellas con una cerveza fría delante.
Esta campaña de marketing online, que nos invita a buscar dónde podemos encontrar la mejor Coca-Cola, hace uso del poder del marketing de influencers. La actriz que la protagoniza, Mindy Kaling, ya había colaborado anteriormente con la marca creando su propia Mindy Burger.
Una campaña de publicidad diseñada para romper las redes sociales y que además supo atreverse a fracasar. La premisa: promocionar las zapatillas VaporFly Elite organizando un intento de correr la maratón en menos de dos horas. El objetivo no se consiguió por tan solo 25 segundos, pero la cantidad de menciones generadas fue sencillamente impresionante.
La aplicación Place de Ikea es un ejemplo fantástico de cómo incorporar las nuevas tecnologías a las campañas digitales. A través de la realidad aumentada, esta aplicación permitía a los usuarios ver cómo quedarían diferentes muebles del catálogo en sus casas. Además de ser muy divertida, es superútil para orientar las decisiones de compra de los clientes.